En un contexto donde la prevención de incendios se vuelve cada vez más relevante, las puertas cortafuegos representan un elemento clave en la protección de personas, bienes y estructuras. En Picanya, una localidad en crecimiento y con una importante actividad residencial y comercial, este tipo de puerta no es solo una opción recomendada: en muchos casos, es obligatoria por normativa.
Tanto en garajes comunitarios como en trasteros, centros comerciales, edificios públicos o escaleras de evacuación, las puertas resistentes al fuego permiten contener el avance de las llamas y garantizar una evacuación segura, además de reducir significativamente los daños materiales.
En este post, te explicamos en detalle cómo funcionan, qué tipos existen, cuándo son necesarias y cómo trabajamos desde nuestra empresa de cerrajería para instalarlas y mantenerlas correctamente en Picanya.
¿Qué son las puertas cortafuegos y para qué sirven?
Una puerta cortafuegos es una estructura especialmente diseñada para resistir el paso del fuego, el calor y los gases tóxicos durante un tiempo determinado, permitiendo así que las personas puedan evacuar de forma segura y que los equipos de emergencia actúen a tiempo.
Estas puertas están fabricadas con materiales ignífugos, como acero galvanizado, lana de roca, juntas intumescentes y herrajes certificados. Se instalan en puntos estratégicos de un edificio para sectorizar espacios y evitar que un incendio se propague rápidamente de una zona a otra.
En Picanya, donde conviven edificios de varias alturas, urbanizaciones y pequeños polígonos industriales, la instalación de puertas cortafuegos se ha convertido en una medida estándar para cumplir con la legislación vigente y garantizar la protección integral de inmuebles.
¿Por qué instalar puertas cortafuegos en Picanya?
Cumplimiento de normativa
La normativa española (CTE – Código Técnico de la Edificación y el RIPCI – Reglamento de Instalaciones de Protección Contra Incendios) establece la obligatoriedad de puertas cortafuegos en determinados espacios: accesos a garajes, salidas de emergencia, cuartos de instalaciones eléctricas, salas de calderas, escaleras comunes, trasteros colectivos, entre otros.
No disponer de ellas o mantenerlas en mal estado puede suponer sanciones económicas, paralización de la actividad e incluso responsabilidades legales en caso de incendio.
Protección de vidas y bienes
Más allá del cumplimiento legal, estas puertas salvan vidas. Su instalación permite frenar la expansión del fuego y da tiempo para evacuar, cerrar zonas críticas y evitar que las llamas alcancen instalaciones eléctricas, productos inflamables o personas que aún se encuentren en el inmueble.
En edificios de viviendas o negocios con tránsito diario en Picanya, su presencia marca una gran diferencia en la gestión de una emergencia.
Resistencia y durabilidad
Las puertas cortafuegos no solo son resistentes al fuego: también están diseñadas para soportar el uso diario, impactos, humedad y variaciones térmicas, lo que las convierte en una inversión sólida y a largo plazo para cualquier propiedad.
Además, requieren mantenimiento mínimo, pero su estado debe ser revisado periódicamente para garantizar que cierren correctamente, que sus componentes no estén desgastados y que cumplan su función en caso de incendio.
Tipos de puertas cortafuegos que instalamos en Picanya
Cada edificio o instalación requiere un tipo de puerta distinta, según su uso, las características del espacio y el nivel de protección exigido. Desde nuestra empresa de cerrajería en Picanya ofrecemos una gama completa de modelos certificados, todos ellos homologados según la norma UNE-EN 1634-1.
Puertas cortafuegos de una hoja
Son las más comunes y se utilizan para sectorizar zonas de paso como escaleras, pasillos, accesos a garajes o salidas de emergencia. Están disponibles en diferentes medidas, colores y acabados, y pueden incorporar cerraduras antipánico, visores y cierrapuertas hidráulicos.
Puertas cortafuegos de doble hoja
Se utilizan en espacios amplios como almacenes, naves o edificios públicos. Permiten el paso de cargas o vehículos, y se fabrican con materiales reforzados que aseguran la resistencia al fuego durante 60, 90 o 120 minutos, según el modelo.
Puertas correderas cortafuegos
Diseñadas para zonas industriales o logísticas, donde se requiere una gran abertura libre pero sin comprometer la seguridad. Estas puertas se deslizan lateralmente y se cierran automáticamente en caso de detección de humo o calor.
Instalación profesional de puertas cortafuegos en Picanya
La instalación de una puerta cortafuegos debe cumplir criterios técnicos muy exigentes, ya que no solo se trata de colocar una hoja metálica: es necesario asegurar que toda la estructura funcione correctamente en caso de emergencia.
Desde nuestra empresa ofrecemos un servicio integral que incluye:
-
Asesoramiento personalizado sobre el tipo de puerta y nivel de resistencia necesario.
-
Suministro de productos certificados, con marcado CE y declaración de prestaciones.
-
Instalación profesional, siguiendo estrictamente las directrices del fabricante.
-
Pruebas de cierre, estanqueidad y ajuste de herrajes.
Nos desplazamos a cualquier punto de Picanya, ya sea el casco urbano, zonas residenciales como el barrio de Santa María o el polígono industrial del municipio.
Reparación, mantenimiento y revisiones técnicas
Además de instalar puertas nuevas, también ofrecemos un servicio de reparación y mantenimiento para puertas cortafuegos ya existentes. Esto incluye:
-
Revisión de sistemas de cierre automático.
-
Sustitución de juntas intumescentes deterioradas.
-
Ajuste o cambio de bisagras y cierrapuertas.
-
Sustitución de cerraduras antipánico.
-
Evaluación del estado general de la estructura.
Recuerda que, según la normativa, las puertas cortafuegos deben ser revisadas al menos una vez al año, especialmente en edificios con uso público o comunidades con trasteros y garajes comunes.
¿Cuánto tiempo resiste una puerta cortafuegos?
La resistencia al fuego se mide en minutos y se indica con las siglas EI (Estanqueidad e Integridad). Existen modelos EI30, EI60, EI90 y EI120, siendo el más común el EI60, que garantiza una resistencia mínima de 60 minutos al fuego.
La elección dependerá del tipo de edificio, la actividad que se desarrolla y la distribución interna. Nuestro equipo te asesora para cumplir con la normativa sin sobredimensionar la instalación, optimizando así la inversión.